Marie Sophie Germain

Marie Sophie Germain (París, 1. de abril de 1776 - 27 de junio de 1831). Fue una matemática francesa que hizo importantes contribuciones a la teoría de números y a la teoría de la elasticidad. Uno de los más importantes fue el estudio de los que posteriormente fueron nombrados como números primos de Sophie Germain (números primos cuyo doble incrementado en una unidad es también un número primo).

Los biógrafos de Sophie aseguran que la niña había quedado impactada al leer la historia de Arquímedes cuando, al producirse la invasión romana a Siracusa, fue interrogado por un soldado.Supuestamente Arquímedes estaba tan concentrado y ensimismado en la geometría que tenía delante que ignoró a su interlocutor, resultado: el soldado le clavó su lanza y lo mató. Sophie, con apenas catorce años de edad,  quedó tan impresionada que decidió que debía valer la pena de averiguar que poder tenía la matemática, si había sido capaz de atrapar de tal forma a una persona, al punto de hacerla olvidar una amenaza de semejante calibre. 

Sophie deseaba estudiar matemáticas, aunque sus padres se oponían decididamente a ello, ya que eso no es para mujeres, aunque, finalmente dieron su consentimiento. Sophie Germain era la segunda de tres hijas de una familia de clase media establecida en París. Nacida en abril de 1776, su padre era un comerciante dedicado a la seda, que luego se convirtió en el director del Banco de Francia. 

En París la École Polytechnique (Escuela Politécnica) es una de las instituciones más famosas del mundo. Se creó con la intención de entrenar a los matemáticos e investigadores para que no se fueran del país. A pesar de ello, las mujeres no estaban autorizadas a ingresar. Pero Sophie no se dejó intimidar: Prosiguió sus estudios de matemáticas de forma individual, aunque pronto se dio cuenta que necesitaba someter sus trabajos a matemáticos calificados. Sophie, por supuesto, encontró una manera al comenzar a utilizar el seudónimo masculino de Monsieur Antoine-August LeBlanc, ex alumno de Lagrange......

El verdadero LeBlanc había abandonado París, y Sophie simplemente le robó su identidad a fin de poder esconder su género y proseguir con sus estudios. Le enviaba por correo sus escritos a Lagrange, quien, luego de muchos años, decidió entrevistarse con el joven que daba respuestas tan brillantes. Para sorpresa del matemático LeBlanc era una mujer. Superado el impacto inicial, el matemático francés la adoptó, y su apoyo le permitió a la joven entrar en un círculo un poco más privilegiado lleno de matemáticos y científicos. 

El más destacado de todos era uno de los mejores matemáticos de la historia, el alemán Carl Friedrich Gauss. Sophie volvió a usar el seudónimo, simplemente por temor a que el gran matemático se enojara, lo que no sucedió. Sin embargo, no la adoptó como alumna, ya que por esa época decidió abandonar la Teoría de  números  para dedicarse a la astronomía. Sophie logró avanzar lo mejor que pudo, finalmente logró trascender las fronteras de la mismísima ciudad luz, en especial, en el círculo privilegiado de los matemáticos (todos hombres) en Europa. Produjo un trabajo que sería reconocido como una gran contribución para la época tratando de resolver un problema que tendría ocupados a los matemáticos por slrededor de cuatrocientos años: nos referimos al último Teorema de Fermet.

Pronto abandonó la Teoría de  números y se dedicó a la física, en especial a estudiar la vibración de superficies elásticas. Sus trabajos, algunos considerados geniales, sufrían los reproches del establishmet masculino, porque no tenía el pulido de aquellos que habían estudiado en las mejores Universidades. Sin embargo, sus ideas podían más: la joven logró publicar sus famosas Memorias sobre la vibración elástica, considerado aun hoy un paso esencial en ese campo. 

Era tal la discriminación con las mujeres que se querían dedicar a la ciencia que un italiano, Francesco Algarotti, escribió un texto especial que tituló: La filosofía de Sir Isaac Newton explicada para el uso de la mujer. Sin embargo, la joven siguió su camino: finalmente, sus trabajos le permitieron entrar  en lugares solo reservado para los hombres. Se convirtió en la primera mujer que, no siendo esposa de un miembro, fue invitada a participar de las sesiones de la Academia de Ciencias. El Instituto de Francia también la "premió",cuando la distinguió con un lugar en la mesa de debates, algo que no había hecho nunca antes. Sophie murió prematuramente, a los cincuenta y cinco años de edad, el 27 de junio de 1831. Falleció de un cáncer de pecho que la confinó a una pieza durante la última parte de su vida.

Su memoria fue honrada de diferentes maneras: Gauss había logrado convencer a la Universidad de Göttingen para que le dieran un título honorario, aunque cuando la junta de gobierno finalmente decidió concederle tal distinción, Sophie ya había fallecido. La calle Sophie Germain es otro de los ejemplos, y una estatua se erigió en la entrada de la École Sophie Germain, también en París. La casa en la que murió, fue designada por el gobierno francés como monumento histórico.