La Gran Nube de Magallanes
LA GRAN NUBE DE MAGALLANES
La Gran Nube de Magallanes es una galaxia enana, satélite de la Vía Láctea y miembro del Grupo Local. Se encuentra a unos 160.000 años luz de distancia, siendo la tercera galaxia más próxima a la Vía Láctea, después de la galaxia Enana del Can Mayor y la galaxia Enana Elíptica de Sagitario. Es visible a simple vista como un débil objeto en el hemisferio austral terrestre.
Cuando Fernando de Magallanes zarpó del puerto español de Sevilla, el 10 de agosto de 1519, no solo iniciaba la que habría de ser la primera vuelta a nuestro planeta, demostrando de forma práctica y fehaciente la esfericidad de la Tierra, sino que también partía hacia cielos desconocidos por los 234 marineros que componían la tripulación de sus cinco naves. Por ello, a Alpha Crudis, la estrella más brillante de la Constelación de la Cruz del Sur, se la conoce también (y especialmente en lengua portuguesa) como Estrella de Magallanes.
Desde siempre, los navegantes se han servido del cielo nocturno para orientarse, y la Estrella Polar no solo les ha marcado el Norte, sino que, midiendo su altitud en el horizonte, han podido saber exactamente la latitud en la que se encontraban. No es de extrañar entonces, que los expertos miembros de la expedición magallánica, fueran anotando la posición de las estrellas más notables que iban descubriendo, conforme avanzaban hacia latitudes australes.
No es difícil imaginarse al marino admirando los brillantes cielos del sur del ecuador, y descubriendo la extensa mancha blanquecina en el cielo que, junto a otra de menor tamaño, en principio debió tomar por nubes, pero, y como al transcurrir de las noches permanecían en el mismo sitio, conforme iban avanzando aun más al Sur, llamándola la Gran Nube, en contraposición a la aparente y mucho más reducida compañera, que recibió, naturalmente, el nombre de Pequeña Nube.
Aunque ambas galaxias eran conocidas desde la Antigüedad por los pueblos que habitaban el Hemisferio Sur, fue sin embargo el genio astronómico persa Abd Al Rahmann Al-Sufi, quien, viajando al sur del Yemen, tomó nota de la Gran Nube en el año 964 de nuestra era, en su Libro de las Estrellas Fijas. Desde Bagdad ambas Nubes resultaban inaccesibles por su fuerte latitud austral. Fueron conocidas como Nubes del Cabo por los marineros holandeses, portugueses y daneses que doblaron el Cabo de Buena Esperanza navegando hacia la India.
La Gran Nube de Magallanes es una galaxia vecina a la nuestra, satélite de la Vía Láctea, que fue considerada la más cercana a nosotros hasta el descubrimiento, en 1994, de la Galaxia elíptica enana de Sagitario. Cuando, en 2003 se descubre la galaxia elíptica enana del Can Mayor, ésta resultó la más grande de todas, mientras que la Gran Nube de Magallanes se encuentra en tercer lugar. Es una galaxia enana, diez veces más pequeña que la nuestra, que, en un principio fue calificada como irregular, pero que ha mostrado atisbos de brazos espirales.
Su número de estrellas también es diez veces menor, y se le estima una masa equivalente en diez mil millones de veces la del Sol. Aun siendo una galaxia enana es la cuarta más grande entre la treintena de galaxias que forma el Grupo Local, solo superada por la Galaxia de Andrómeda, la Vía Láctea y la Galaxia del Triámgulo.
La Gran Nube de Magallanes es tremendamente rica en gas y polvo, por lo tanto presenta una gran profusión de nebulosas y zonas de formación estelar, así como también innumerables cúmulos abiertos y globulares. Se producen fenómenos de todo tipo, y se han hallado más de 400 nebulosas planetarias, casi 60 cúmulos globulares y más de 700 cúmulos abiertos, además de centenares de miles de estrellas gigantes y supergigantes. Muchos astrónomos han dedicado toda su carrera al estudio de esta región.
Grandes complejos de nebulosidad difusa que adopta un aspecto granular en forma de capullo rodean a la galaxia por dentro y por fuera. La luz de las grandes estrellas confiere la tonalidad azul al conjunto, pero en el infrarrojo aparece el gas excitado de intensa actividad iónica. El gas frío interestelar calentado por las estrellas circundantes se manifiesta en tonalidades verdosas.
Entre todos los objetos que podemos encontrar en la Gran Nube de Magallanes, merece ocupar un destacado lugar la llamada Nebulosa de la Tarántula. Situada en la región noreste de la galaxia, se trata del mayor vivero de formación de estrellas de todo el Grupo Local, poseyendo tal luminosidad que, si se encontrara a la distancia a la que está la Nebulosa de Orión , su luz produciría sombras en el suelo. De este extraordinario brillo son responsables dos cúmulos estelares que se encuentran en el interior de la nebulosa.
La Gran Nube de Magallanes es una galaxia vecina a la nuestra, satélite de la Vía Láctea, que fue considerada la más cercana a nosotros hasta el descubrimiento, en 1994, de la Galaxia elíptica enana de Sagitario. Cuando, en 2003 se descubre la galaxia elíptica enana del Can Mayor, ésta resultó la más grande de todas, mientras que la Gran Nube de Magallanes se encuentra en tercer lugar. Es una galaxia enana, diez veces más pequeña que la nuestra, que, en un principio fue calificada como irregular, pero que ha mostrado atisbos de brazos espirales.
Su número de estrellas también es diez veces menor, y se le estima una masa equivalente en diez mil millones de veces la del Sol. Aun siendo una galaxia enana es la cuarta más grande entre la treintena de galaxias que forma el Grupo Local, solo superada por la Galaxia de Andrómeda, la Vía Láctea y la Galaxia del Triámgulo.
La Gran Nube de Magallanes es tremendamente rica en gas y polvo, por lo tanto presenta una gran profusión de nebulosas y zonas de formación estelar, así como también innumerables cúmulos abiertos y globulares. Se producen fenómenos de todo tipo, y se han hallado más de 400 nebulosas planetarias, casi 60 cúmulos globulares y más de 700 cúmulos abiertos, además de centenares de miles de estrellas gigantes y supergigantes. Muchos astrónomos han dedicado toda su carrera al estudio de esta región.
Grandes complejos de nebulosidad difusa que adopta un aspecto granular en forma de capullo rodean a la galaxia por dentro y por fuera. La luz de las grandes estrellas confiere la tonalidad azul al conjunto, pero en el infrarrojo aparece el gas excitado de intensa actividad iónica. El gas frío interestelar calentado por las estrellas circundantes se manifiesta en tonalidades verdosas.
Entre todos los objetos que podemos encontrar en la Gran Nube de Magallanes, merece ocupar un destacado lugar la llamada Nebulosa de la Tarántula. Situada en la región noreste de la galaxia, se trata del mayor vivero de formación de estrellas de todo el Grupo Local, poseyendo tal luminosidad que, si se encontrara a la distancia a la que está la Nebulosa de Orión , su luz produciría sombras en el suelo. De este extraordinario brillo son responsables dos cúmulos estelares que se encuentran en el interior de la nebulosa.
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