Karl Friedrich Gauss el Príncipe de las Matemáticas

KARL FRIEDRICH GAUSS, EL PRÍNCIPE DE LAS MATEMÁTICAS




Junto a Arquímedes y Newton, Gauss es sin dudas uno de los tres genios de la historia de las Matemáticas. Sus aportaciones en todos los campos matemáticos fueron increíbles, aunque algunos de sus descubrimientos tuvieran que esperar más de un siglo para ser valorados debidamente.

Las aportaciones de Gauss en todos los campos de las Matemáticas son inestimables: Teoría de Números, Astronomía, Magnetismo, Geometría, Análisis.., cualquier gran descubrimiento matemático a lo largo de este siglo encuentra detrás la alargada sombra  de Gauss. Solo en Francia otra figura es capaz de hacerle sombra, Cauchy, dando paso, o mejor, obstaculizando a dos jóvenes genios: Abel y Galois.

Nació en Brunswic, el 30 de abril de 1777, de familia humilde. Su padre se opuso siempre a que su hijo tuviese una educación adecuada a sus posibilidades, aunque en 1806 (año del fallecimiento de su padre), Gauss ya había realizado una obra inmortal. De todas maneras siempre contó con el apoyo de su madre y de su tío materno. Dicho apoyo fue fundamental a lo largo de su carrera.

Son muchas las anécdotas que muestran la precocidad intelectual del pequeño. Con tres años se permitió corregir los cálculos que realizaba su padre cuando éste laboraba la nómina de sus empleados. Con anterioridad ya había aprendido a leer. También se destacaba en el cálculo mental.

A los siete años ingresó a su primera escuela. De esta época se cuenta que a los diez años, cuando fue admitido en la clase de aritmética, sorprendió a todos por su rapidez y procedimiento seguido en la resolución de un problema  sobre números enteros. Gauss agrupó los números  en 50 parejas de números que sumaban 101.  La casualidad hizo que el joven ayudante de su maestro Johann Martin Bartel fuera también un apasionado en las matemáticas. ambos pasaron muchas horas juntos, estudiando y ayudándose en las demostraciones. 




Fue el propio Bartels que, por medio de algunos de sus influyentes amigos , consiguió presentar a Gauss al duque de Brunswic, en 1791. A partir de entonces el duque se encargó de pagar la educación de Gauss.

En febrero de 1792 Gauss ingresó en el colegio Carolino, donde estudió durante tres años, conociendo la obra de Euler, Lagrange, y, sobre todo, los Principia de Newton. Cuando dejó el colegio, en octubre de 1795,  todavía no se había decidido si dedicarse a la matemática o a la filología.

En 1796, un mes antes de cumplir los 19 años, Gauss consiguió la construcción de un polígono regular de 17 lados con regla y compás, como se exigía en la Geometría desde Grecia. Algunos aurores consideran este hecho fundamental para que Gauss finalmente se decidiera por las matemáticas. 

A los 19 años había descubierto por si solo un importante teorema de la teoría de los números, la ley de la reciprocidad cuadrática. Después de su regreso a Brunswic en 1799, el duque tuvo que ser convencido para seguir con su ayuda económica a Gauss. Como contrapartida debió presentar su tesis doctoral en la Universidad de Helmstedt. En su tesis Gauss dio la primera demostración del teorema fundamental del álgebra.

Quizás la obra más importante publicada por Gauss sean las Disquisitiones Arthmeticae de 1801. A partir de aquí las matemáticas puras dejan de ser el único objetivo para Gauss y comienza a interesarse por la Astronomía, dedicándole la mayor parte de su tiempo durante 20 años, y no faltándole los detractores que lo ridiculizaron por malgastar su tiempo en el cálculo de órbitas de planetas menores.




En 1809 publicó su segunda obra maestra Teoría de los movimientos de los cuerpos celestes que giran alrededor del Sol en secciones crónicas. 

Su benefactor, el duque Fernando, quedó mortalmente herido tras enfrentarse a las tropas napoleónicas al frente de las fuerzas prusianas. Después de regresar a Brunswic, y después de haber sido humillado por el ropio Napoleón, el duque debió huir, muriendo en la casa de su padre en Altona, el 10 de noviembre de 1806. La pérdida de su patrón obligó a Gauss a buscar algún medio de vida. La solución no tardó en llegar, y en 1807 fue nombrado director del Observatorio de Göttingen, con la única obligación, si fuera necesario, de dar cursos de matemáticas a los estudiantes de la universidad. La enseñanza no fue una tarea que agradara a Gauss, ya que solo con buenos matemáticos se sentía cómodo impartiendo sus lecciones. En esa época debió soportar la presión de los invasores franceses y pagar una contribución voluntaria de 2000 francos a la caja de guerra de Napoleón.

A pesar de su capacidad en materias como estadística, seguros y aritmética política,  Gauss no ocupó nunca un cargo político. Además de su dedicación a la Ciencia tenía sus hobbies en la lectura de la literatura europea y clásica, en su interés crítico por la política mundial, en su dominio de lenguas extranjeras y de nuevas ciencias como botánica y mineralogía.

Desde 1821 hasta 1848 Gauss trabajó en Geodesia. Entre 1830 y 1840 se dedicó a la física matemática, concretamente electromagnetismo, magnestismo terrestre teoría de la atracción según la ley de Newton. Los últimos años de su vida, entre 1848 y 1855 los dedicó al análisis situs y a la geometría asociada a funciones de variable compleja. A principios de 1855 comenzó a aparecer los síntomas de su última enfermedad. Con dificultades siguió trabajando, hasta que murió pacíficamente, el 23 de febrero de 1855.



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